Entre los efectos que tiene el fenómeno de la desertización se hallan los de tipo medioambiental, como la pérdida de la cubierta vegetal del terreno, el aumento de la acción erosiva, descenso de las precipitaciones y el aumento de los periodos de sequía, la degradación y el empobrecimiento de los suelos, la pérdida de fertilidad y productividad de las tierras y la escasez de alimentos; además de los de índole socioeconómica, como las pérdidas económicas, la desnutrición, las migraciones de las poblaciones y la aparición de conflictos sociales; entre otras repercusiones.