Las bacterias son microorganismos unicelulares procariotas (comprendidos en el reino móneras) que se encuentran presentes en casi cualquier medio gracias a su gran capacidad de adaptación a las más variadas condiciones ambientales -incluso las más extremas- y a las diferentes relaciones que han establecido con otros seres vivos. De su estudio se ocupa la bacteriología, una rama de la microbiología.
Consideradas como los primeros seres vivos que surgieron en la Tierra -hace alrededor de unos 3.600 millones de años- y de los más abundantes, poseen un tamaño que varía entre media micra (0,5 milésimas de mm.) y unas cuantas de ellas. Las hay de diferentes tipos y especies, y unas resultan beneficiosas, como aquéllas que se encuentran en el intestino, y otras son causantes de enfermedades como la tuberculosis o el cólera, por ejemplo.
¿Qué tipos de bacterias existen?
Las bacterias se clasifican:
-de acuerdo a su morfología– en:
- cocos, o esféricas, que a su vez se subdividen en diplococos o cocos por pares, estreptococos o cocos encadenados, estafilococos o cocos en racimos, etc.;
- bacilos, que se asemejan a bastoncillos;
- espirilos, o en espiral;
- y vibriones, que tienen forma de coma o judía;
-según su relación con otros seres vivos y la función que desempeñan– en:
- simbióticas, que establecen relaciones de asociación de mutuo beneficio con otros seres vivos;
- parásitas, que se aprovechan de otros seres vivos, causándoles enfermedades;
- y saprofitas, que provocan la descomposición de restos de seres vivos;
así como -en función de su necesidad o no de oxígeno– en:
- aerobias, que requieren oxígeno para vivir;
- anaerobias, que no lo toleran;
- y facultativas, que pueden vivir tanto en entornos aeróbicos como anaeróbicos.