Las vacunas son sustancias bioquímicas desarrolladas en laboratorios con el fin de dotar de inmunidad al organismo contra las enfermedades infecciosas. Su administración -normalmente por vía intravenosa- previene la aparición de las mismas. Se basan en antígenos o sustancias ajenas al organismo que hacen que éste reaccione generando anticuerpos o elementos de defensa que impiden la proliferación de los microorganismos que provocan las enfermedades.
Con una existencia que se remonta a 1796, desde que el médico inglés Edward Jenner descubrió la de la viruela, y desarrolladas posteriormente por el químico francés Louis Pasteur, las vacunas -objeto de investigación de la inmunología- comprenden diferentes tipos en función de su origen, duración, efectos, etc., y se encuentran en continuo proceso de investigación y perfeccionamiento para que tengan una mayor capacidad, menos efectos secundarios, y sean la solución a enfermedades que todavía no disponen de cura.