Las nubes están clasificadas, según la Organización Meteorológica Mundial, en cuatro grandes géneros: los cúmulos o nubes que se desarrollan verticalmente; los estratos o nubes que forman estratos o capas; los nimbostratos o nubes que pueden dar lugar a precipitaciones; así como los cirros o nubes formadas por cristales de hielo.
Dichos géneros pueden subdividirse a su vez, tanto en función de su altura (de tipo bajo -menos de 2 kms de alto-, medio -entre 2 y 5 kms- o alto -superando los 5 kms de altura-), como de su desarrollo vertical.