Los Poderes en los que se fundamentan los Estados democráticos comprenden el Poder Ejecutivo, que reside en manos del Gobierno y le da la capacidad de dictar o proponer y hacer cumplir las leyes aprobadas; el Poder Legislativo, que ostenta el Parlamento y le permite elaborar y aprobar las Leyes; así como el Poder Judicial, que desempeñan jueces y magistrados al impartir justicia de acuerdo al ordenamiento jurídico.