
Los volcanes generalmente están constituidos por:
- un cono volcánico o montaña formada por sucesivas coladas;
- una cámara magmática en su interior, donde se halla el magma a mucha profundidad;
- una chimenea o conducto por el que asciende el material incandescente hasta el cráter o boca de salida;
- y, en algunos casos, chimeneas adventicias u otros posibles conductos o fisuras de salida a través del cono volcánico.