Los glóbulos blancos -denominados también leucocitos– son las células sanguíneas responsables de la defensa del organismo ante los agentes infecciosos o cualquier elemento extraño (antígenos). Carecen de pigmentos -de ahí su nombre- y miden entre 8 y 20 µ (micras). Normalmente hay entre 4.500 y 10.000 por milímetro cúbico en personas adultas.
Constituyentes de la fracción celular o elementos formes de la sangre, los glóbulos blancos se producen en la médula ósea y en el tejido linfático, y tienen una duración que oscila entre horas e incluso años. Existen varios tipos.