
Los estados de la materia -o formas de agregación de las partículas que la integran (átomos, moléculas)- comprenden el sólido, el líquido y el gaseoso.
Tienen lugar en función de las condiciones de temperatura o presión y cada uno de ellos presenta diferentes características y propiedades. Así, por ejemplo, el oxígeno (O2) y el dióxido de carbono (CO2) suelen estar en estado gaseoso, muchos elementos, como los metales, en estado sólido, mientras que el agua suele encontrarse de forma natural en los tres estados (líquido, hielo y vapor).