La crisis de los misiles, ocurrida en 1962, supuso una situación de grave tensión entre los dos bloques políticos que representaban Estados Unidos (EEUU) y la Unión Soviética (URSS).
Tras diversos enfrentamientos de Estados Unidos con el reciente régimen revolucionario de Fidel Castro en Cuba, la URSS procedió a la instalación de misiles y cabezas nucleares por mar en la isla para defender al régimen, pero EEUU le hizo frente con sus fuerzas armadas, ante lo que los soviéticos decidieron retroceder, evitándose así una guerra nuclear de grandes proporciones.