
Las arterias son vasos sanguíneos que conducen, por un lado, la sangre oxigenada desde el ventrículo izquierdo del corazón a todo el organismo, principalmente a través de la aorta y sus ramificaciones, y, por otro, la sangre con dióxido de carbono y pobre en oxígeno desde el ventrículo derecho a los pulmones por medio de la arteria pulmonar y sus ramificaciones.
Con un diámetro que oscila entre 1 y 8 milímetros y divididas en varias capas, en su recorrido por el cuerpo van reduciendo cada vez más su diámetro hasta terminar ramificadas en multitud de capilares que irrigan los diferentes tejidos y órganos, y de ahí de vuelta al corazón a través del sistema venoso.
¿Cuáles son las partes de una arteria?

Las paredes de las arterias generalmente se dividen en 3 capas de tejido (o histológicas) concéntricas -también denominadas túnicas-, que pueden diferir en su estructura y composición según el tipo de arteria de que se trate:
- la túnica adventicia, la más externa y compuesta de colágeno, fibroblastos y minúsculos vasos sanguíneos (denominados vasa vasorum);
- la túnica media, integrada por células musculares lisas y fibras elásticas;
- así como la túnica íntima, la capa más interna, la que está en contacto con la sangre, y constituida por endotelio o tejido interno, una lámina basal y una capa conjuntiva.