Los actos de habla constituyen las unidades en las que se basa la comunicación a través de la lengua desde el punto de vista de la pragmática. Permiten llevar a cabo diferentes acciones, como hacer peticiones, promesas; dar órdenes, afirmar algo, etc.
Concebidos por el filósofo británico Austin y denominados como tales por el filósofo estadounidense Searle, se estructuran simultáneamente en actos locutivos -la acción de producir un determinado enunciado-, actos ilocutivos -la intención con la que se lleva a cabo dicho enunciado-, y actos perlocutivos -el efecto que el mismo produce en el interlocutor-.