Las formas no personales del verbo son aquéllas que no hacen referencia a ninguna persona gramatical.
Comprenden el infinitivo, terminado en -ar, -er o -ir, que puede equivaler a un sustantivo; el participio, acabado en -ado o -ido, o adoptando algunas formas irregulares, que puede hacer las veces de adjetivo y acompañar a un nombre, concordando con él en género y número; así como el gerundio, cuyas terminaciones son -ando o -iendo, con valor adverbial.