La falla de San Andrés está constituida por un conjunto de fallas geológicas que se extiende unos 1.287 km. a lo largo de California, en Estados Unidos, y Baja California, en México, donde entran en contacto la placa de Norteamérica y la del Pacífico.
Se trata de una zona de gran actividad sísmica, con un alto riesgo de que se produzcan terremotos de magnitud considerable, lo que tendría efectos más que devastadores, ya que esta región se encuentra densamente poblada.