Los territorios que formaban parte del extenso Imperio inglés o británico se encontraban repartidos por varios continentes e incluían Gibraltar, Malta y Chipre en Europa; Egipto, Sudán, Uganda, Kenia, la antigua Rhodesia (hoy Zambia y Zimbabue), Sudáfrica, Swazilandia, Tanganika y Zanzíbar (hoy Tanzania), Nyasalandia (hoy Malaui), Bechuanalandia y Basutolandia (hoy Botsuana y Lesotho respectivamente), Somalia, Seychelles, Mauricio, Gambia, Sierra Leona, Nigeria, Costa de Oro (hoy Ghana) en África; Palestina (hoy Israel, Gaza y Cisjordania), Bahrein, Irak, Kuwait, Qatar, Omán, Emiratos Árabes Unidos, Adén (hoy parte de Yemen), India, Ceilán (actual Sri Lanka), Pakistán, Bangladesh, Birmania (hoy Myanmar), Bután, Malaya (actualmente parte de Malasia), Brunéi, Borneo (hoy parte de Malasia), Singapur, Maldivas, Nepal, Hong Kong en Asia; Canadá, Belice, Guyana, Malvinas, junto con la mayoría de las islas y archipiélagos caribeños en América; así como Australia, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, y algunas islas del pacífico, como Fiji, Salomón, Tonga, Samoa, entre otras, en Oceanía.