El consumo de cannabis provoca relajación, somnolencia, sensación de que el tiempo pasa más lentamente, desinhibición, risa descontrolada, enrojecimiento de los ojos, aumento del ritmo cardiaco (taquicardia) y la tensión arterial, sequedad en la boca, percepción distorsionada; alteración de la atención, la concentración y la memoria; dificultad para pensar y solucionar problemas, aumento del tiempo de reacción, dificultad de coordinación, así como descoordinación de movimientos.