
Conocidos también como volcanes compuestos o poligenéticos, sus erupciones -generalmente periódicas- se caracterizan por ser muy explosivas, y su lava es ácida y viscosa. Suelen superar los 2.500 metros de altura. Algunos ejemplos de este tipo de volcán comprenden, entre otros, El Teide, en Tenerife (Canarias, España); el Chimborazo, en Ecuador; el Nevado del Ruiz, en Colombia; el Villarica, en Chile; además del monte St. Helens, en el Estado de Washington (Estados Unidos).